
Después de 15 años de despilfarro, corrupción y mal uso de los recursos del Estado, Venezuela vive un proceso de empobrecimiento, marginalidad y exclusión inducidos, por la acción coercitiva y forzosa, impuesta deliberadamente por el régimen. Los ciudadanos padecemos las consecuencias de una serie de obstáculos institucionales, creados progresivamente por la dictadura, en desmedro de la población. Aquella defiende sus propios beneficios y privilegios, aferrada al poder, excluyendo a quienes se les oponen.